El progreso hacia sociedades más democráticas, economías en crecimiento y la equidad
social, depende de una ciudadanía educada y de una fuerza laboral capacitada. Hemos
acordado una serie de políticas para mejorar el acceso a una educación de calidad a través
de la capacitación de los docentes, la educación de los valores cívicos y el uso de las
tecnologías de la información tanto en nuestras aulas como en la evaluación del progreso
para el logro de estos objetivos. Mejores políticas educativas y mayores inversiones en
nuestros sistemas educativos contribuirán a reducir las desigualdades de ingresos y a
cerrar la brecha digital en nuestro Hemisferio.
Han transcurrido cerca a 15 años en nuestro país desde la III Cumbre de Québec y recién se vislumbran señales de que se está implementando las recomendaciones en el campo educativo.